Conocida como el impuesto de los pobres por dañar más a quienes menos tienen, la inflación puede acumular un mayor nivel en la 4T que durante los dos sexenios anteriores.
Del 1 de diciembre de 2018 al 15 de octubre de 2021, es decir, en los primeros 34 meses y medio de este gobierno, la inflación general acumulada ha sido de 12.6%, según el Índice Nacional de Precios al Consumidor del Inegi.
Esta tasa es mayor que en el periodo similar del gobierno de Enrique Peña Nieto, cuando el país sumó una inflación de 9.8% del 1 de diciembre de 2012 al 15 de octubre de 2015, mientras que con Felipe Calderón, los precios al consumidor subieron 14.0% durante ese lapso.
A mitad de camino, la administración actual acumula una inflación importante y no se alcanza a ver que vaya a ceder a 3% en 2022 o 2023, nivel que es el objetivo del Banco de México (Banxico), dice Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics.
“Existe una alta probabilidad de que este sexenio termine con una inflación acumulada superior a la que se presentó en los gobiernos anteriores”, opina en entrevista con EL UNIVERSAL.
En lo que va del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, los alimentos se han encarecido 18.6%; los medicamentos y servicios médicos 13.6%; la ropa 8.6%; los muebles y aparatos domésticos 8.5%, y el uso de vivienda 7.5%, señala el Inegi.
Durante los primeros 34 meses y medio de la administración peñista, estos productos y servicios subieron en menor magnitud: 11.9%, 12.2%, 5.9%, 2.7% y 6.5%, en ese orden.
La electricidad se encontró entre los servicios que más subieron de precio en las primeras semanas de octubre, dado el término del programa de tarifas eléctricas de la temporada de verano en varias ciudades. Sin embargo, el presidente López Obrador rechazó el resultado.
“[El Inegi] no tiene los datos, pero nosotros estamos apoyando a todos los estados, se les mantiene un subsidio, o sea, la luz no ha aumentado, y lo puedo probar, en términos reales ni las gasolinas ni el diesel”, dijo.
El comentario tenía que ver con que también este viernes el Inegi informó que los precios al consumidor subieron 6.12% en la primera mitad de octubre respecto al mismo periodo de 2020.
Se trató de la segunda quincena consecutiva, ubicándose arriba de 6%, y superó lo previsto por los participantes del mercado, quienes estimaban una tasa de 6.10%, con base en una encuesta de CitiBanamex.
Desde la perspectiva de Coutiño, las empresas tienen una percepción de desconfianza con respecto al quehacer de las políticas del gobierno.
“Con la reforma eléctrica propuesta, cuya aprobación va a limitar la competencia y tendrá efectos sobre la producción de electricidad, no se ve que la inflación pueda regresar a 3% ni siquiera en 2024”, advierte el especialista. La unidad de análisis de Moody’s anticipa que la inflación será de 6.5% este año, 5% en 2022 y 4% en 2023.
“En el mejor escenario, la inflación llegará a 3% para 2024, pero dependerá del proceso electoral y de las decisiones de política económica. Pero, si en el cambio de sexenio algo sale mal, habrá turbulencia en los mercados y el peso se puede depreciar significativamente frente al dólar, impactando a la inflación y llevándola a niveles cercanos a 6%”, advierte Coutiño.
Aun cuando López Obrador tiene como máxima que “por el bien de todos, primero los pobres”, los hogares más necesitados sufrieron la mayor inflación.
Las familias con ingresos de hasta un salario mínimo (4 mil 250 pesos al mes) enfrentaron una carestía de 14.4% en los 34 meses y medio del gobierno. Es decir, los precios de bienes y servicios que consumen presentaron un alza superior a la inflación general, con tasa de 12.6%.