La tarde de este martes, un árbol muerto que había sido considerado para ser talado para seguridad de transeúntes y automovilistas, cayó en inmediaciones de la obra que se realiza en la avenida Símbolos Patrios en la zona metropolitana de Oaxaca. El ejemplar, que ya estaba dictaminado como sin vida y cuya tala fue suspendida por un juez federal, cayó pesadamente sobre una unidad de transporte público y una camioneta de uso particular, pudiendo haber ocasionado lesiones graves a los ocupantes de la unidad, y cuantiosos daños materiales.
De acuerdo con los hechos, en las primeras horas de la tarde de 14 de diciembre, dicho árbol colapsó sobre la cinta asfáltica en la avenida antes mencionada. En ese momento, circulaban dos unidades de motor directamente sobre la trayectoria de caída del arbusto, provocándoles lesiones leves a los ocupantes pero importantes daños materiales a las unidades de motor.
Dicho ejemplar, en el contexto de las obras que realiza el Gobierno del Estado en la avenida Símbolos Patrios, era parte de los arbustos que meses atrás ya habían sido revisados por expertos y dictaminados respecto a la necesidad de su tala, ya que desde hace tiempo habían dejado de tener vida. La oposición de pseudo ambientalistas y la presentación de recursos legales que aducían daños a la naturaleza, ha impedido que se intervengan tanto los árboles muertos para retirarlos y evitar potenciales daños a la ciudadanía -como el que lamentablemente ocurrió este martes-, como aquellos que sí pueden ser tratados para que se mantengan con vida.
Faltando a la verdad, se ha dicho que por la obra de modernización de la avenida Símbolos Patrios se pretendían talar más de mil 500 árboles, cuando en realidad en toda la zona no existen más de 650 ejemplares, y en realidad menos de 100 -entre ellos los árboles muertos, que representan un peligro para las personas- serían intervenidos, podados o talados, para realizar las obras de reacondicionamiento vial antes señaladas.
Lamentablemente, esta oposición irracional ya provocó daños al patrimonio de diversas familias oaxaqueñas y mantiene latente el peligro para los oaxaqueños, de que los árboles sin vida continúen sin ser intervenidos, máxime en esta temporada en la que los vientos estacionales son más intensos que en otros momentos del año.