El estigma y los discursos morales y religiosos que reciben por parte de los doctores a los que se acercan a solicitar apoyo, así como la falta de espacios -cercanos a las comunidades y dispuestos para ejercer con plenitud este derecho- son obstáculos presentes, pese al cambio en la ley.
De acuerdo con los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), en toda la entidad operan 962 unidades médicas entre móviles, fijas, de primer y segundo nivel, sin embargo, si una mujer desea ejercer su derecho a la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) solo puede hacerlo en dos lugares: el Hospital General “Aurelio Valdivieso” y la Clínica de la Mujer, ambos ubicados en la capital del estado.
Yésica Sánchez Maya es integrante del equipo directivo de la organización Consorcio Oaxaca. En entrevista con Animal Político explica que luego de la despenalización del aborto se enviaron circulares, se organizaron foros y hubo reuniones y capacitaciones para sensibilizar al personal de salud sobre el tema, pero si a esto se suma la carga moral y religiosa arraigada entre el personal de salud y las autoridades, los esfuerzos siguen siendo insuficientes.
“Sin duda alguna no estaban listos para (ofrecer) ningún tipo de servicio”, sostiene la también activista feminista.
“En el tema de aborto el detalle es que no es tan complejo porque todavía entre las 12 semanas pueden ser abortos medicamentosos -sencillos- que no requieren propiamente la sala quirúrgica, pero han intentado tergiversar que el aborto implicaba hospitalizar y meter a una sala, expulsar y hacer procedimientos onerosos”.
Cuando las mujeres llegan solicitando la ILE, el personal médico responde con renuencia. Así que siempre recomiendan a las mujeres que lleven consigo -ya sea físico o virtual- una copia del periódico oficial en el que queda claro su derecho al acceso de este derecho.
Cuestionados sobre por qué solo en dos unidades médicas de todo el estado es posible realizar la ILE, los Servicios de Salud del estado argumentaron que la infraestructura es suficiente porque no han tenido tanta demanda como esperaban.
“No es una cantidad tan alta o grande de usuarias que han requerido el servicio y eso es algo que nos ha llamado la atención porque pensábamos, tal vez como sucedió en la CDMX, que iban a ser muchas las solicitudes del servicio, pero no”, expuso en entrevista Vladimir Hernández Sosa, jefe de la Unidad de Medicina Preventiva de los Servicios de Salud de Oaxaca.
Hasta el 30 de noviembre de 2021 -a dos años y dos meses de despenalización del aborto- las autoridades sanitarias del estado confirmaron que se han realizado 92 ILE estas dos unidades. En la CDMX, por ejemplo, desde que se despenalizó el aborto se han realizado 395 procedimientos a mujeres que informaron vivir en Oaxaca, 41 de ellos solo entre 2019 y 2021, después de la reforma al código penal de aquella entidad.
Sobre el perfil de las usuarias atendidas en estos dos años, el funcionario dijo que han sido profesionistas que “no tienen problemas relacionados con temas de analfabetismo”.
Datos del INEGI revelan que en Oaxaca 12 de cada 100 personas mayores de 15 años no saben leer ni escribir. El promedio nacional son 5 de cada 100.
Antes de que concluya el 2021, afirmó el funcionario, se tiene el compromiso de que sean seis clínicas -y no solo dos- en las que se ofrezca gratuitamente el servicio de la ILE, un número todavía muy menor tomando en cuenta que en Oaxaca hay 570 municipios en donde viven 2.1 millones de mujeres.
Ante la falta de opciones para que las mujeres accedan al aborto seguro, el 22 de septiembre pasado, justo en la víspera del segundo aniversario de la despenalización del aborto, el Congreso estatal aprobó una reforma a la Ley de Salud local a fin de garantizar a las mujeres la atención médica gratuita, segura y libre de discriminación cuando ellas decidieran interrumpir su embarazo antes de las doce semanas de gestación.
Y es que, aunque desde 2019 se reformó el Código Penal de Oaxaca para no criminalizar la ILE, las colectivas habían denunciado que no hay espacios públicos en donde se practicara el aborto seguro y que en los dos lugares donde sí se realiza, a las mujeres oaxaqueñas se les obstaculizaba su derecho a decidir.