Así que luego de una espera de tres semanas y el mismísimo día 31 de enero, en el que se vencía el plazo para dar respuesta a la solicitud presupuestal del Instituto Nacional Electoral (INE), la Secretaría de Hacienda (SHCP) le dijo “no” a esa solicitud…
Esto es: “no” a esa ampliación presupuestal para llevar a cabo la famosa consulta ciudadana para la Revocación de Mandato, que con tanto ahínco impulsa el presidente de México para probar músculo político y que con tanto esmero siguen los funcionarios dependientes del mismo Ejecutivo.
Así que el 10 de abril se llevará a cabo este insistente conteo nacional por el que los ciudadanos mexicanos de todo el país decidirán, según pide el Presidente de México, si sigue en su mandato o de plano se va a su rancho chiapaneco, como él mismo ha dicho.
El tema es controversial porque, independientemente del resultado, no es simple y sencillamente porque esta Consulta Ciudadana exponga algún repudio al Ejecutivo de la 4-T, que el presidente pueda dejar el cargo.
Está claro que no se renuncia a un cargo de elección popular ni se deja la presidencia así nada más porque se crearon reglas nuevas para quedarse o dejar la responsabilidad Ejecutiva del país que le otorgó más de 30 millones de votantes en 2018 y que el mismísimo INE reconoció la misma noche de aquel 6 de julio.
Pero la insistencia proviene de la fortaleza que se presupone el Ejecutivo. Durante largos meses, desde el gobierno federal se han mostrado encuestas en las que su índice de aceptación promedia el 60 por ciento. Lo que –si estas encuetas son serias- serían suficientes para dejar en claro que por el momento se mantiene el mandato presidencial hasta su término en 2024 y así se evitaría el conflicto institucional y económico que hoy vivimos en México.
En primer lugar, está claro que desde Palacio Nacional quieren desacreditar y desactivar al Instituto Nacional Electoral. Ha sido una constante descalificación y acusaciones por distintas razones. Un día por ´quítame estas pajas´ o por razones de gasto oneroso o porque los sueldos de los Consejeros electorales son altos, fuera del rango que el presidente estableció para toda la administración pública, aunque el INE sea autónomo…
Los Consejeros han dado respuestas puntuales a estas acusaciones, sostenidos por lo que marca la ley, desde la Constitución y todo lo relativo en materia electoral. Todo está ahí, suscrito incluso por partidos políticos y entes políticos que antes fueron de otros partidos y que hoy cómodamente despachan desde la 4-T, hasta que esta caiga en desgracia, que es cuando cambiarán de partido.
Pero nada han conseguido desde el INE. Les asignaron un presupuesto ´de austeridad´ en poco más de 13 mil millones de pesos para sus propias actividades y para llevar a cabo las elecciones de gobernador en 6 estados de la República, además de otras consultas ciudadanas y, sobre todo, la muy famosa Consulta para la Revocación de Mandato.
En virtud de que esto requiere recursos si se quiere consultar en el nivel de una elección presidencial, como es que quieren desde Palacio Nacional, hubo estiras y aflojas para revisar el presupuesto y ajustarlo a este escenario. Pero nada.
Se ordenó que el INE negociara con la SHCP la ampliación presupuestal en base a estudios, presupuestos, tiempos, requerimientos… y todo lo que se solicitara. Lo hizo el INE. Y solicitó 1,738.9 millones de pesos.
La secretaría tenía como plazo el 31 de enero -3 semanas- para dar respuesta a la solicitud. Lo mismo que pudo decir desde el primer día, lo dijo cuando los tiempos electorales y de organización se reducen. Así que la respuesta fue “no” a esa ampliación presupuestal. ´En consecuencia, la autoridad electoral deberá llevar a cabo la votación con los recursos que tiene a su alcance´.
El mismo día del anuncio, el presidente del Consejo General del INE, Lorenzo Córdova Vianello dijo que ´la Revocación va´, y garantizó todas las certezas que se debe tener en cualquier proceso de participación ciudadana organizado por el INE.
Sí, pero: “Lo único que está en duda es la cantidad de mesas de votación que podremos instalar. Si no recibimos la ampliación presupuestal el INE únicamente instalará un monto cercano a la tercera parte de las mesas de votación que se podrían instalar si contáramos, por el contrario, con el presupuesto solicitado”, expuso.
Esto es, que en efecto se llevará a cabo la innecesaria consulta de Revocación de Mandato; se moverá cielo mar y tierra para que se realice. Pero queda claro, también, que no será en la magnitud que la Presidencia de México exige y como ya han dicho ahí mismo, en el INE, ´no se puede llevar a cabo lo que es imposible´.
En todo caso, a esto subyace la animadversión de Palacio Nacional hacia esta Institución electoral autónoma; su voluntad por desactivarla en su actual modelo para devolverlo al viejo estilo de los años 90 del siglo pasado cuando lo coordinaba y mandaba ahí la Secretaría de Gobernación, aunque “se cayera el sistema”.
Sí, es necesario mantener al INE. Y ya que estamos en esas, los ciudadanos mexicanos, sin inducciones de partido alguno y bajo reglas absolutamente transparentes y democráticas, podríamos votar por la existencia y la permanencia de una institución que nos es tan benéfica y necesaria para la consolidación de nuestra democracia. ¿O sí? ¿O no?