En Oaxaca, abandonados
los monumentos a Juárez
• Basura, baldosas dañadas, desprendimiento del piso en El Fortín o en la salida a Tuxtepec; en Viguera, corona incompleta y la frase con letras incompletas
OAXACA DE JUÁREZ.- Múltiples calles y avenidas, escuelas, espacios públicos y municipios (al menos cinco) llevan su nombre. Incluso, parte de su frase emblemática (“Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”) está plasmada en un cerro icónico de la ciudad de Oaxaca de Juárez.
Pero esta se extiende también a los monumentos y estatuas que en su honor se han erigido en la capital y zona conurbada. Sin embargo, el paso del tiempo y la falta de mantenimiento han marcado el recuerdo del “Benemérito de las Américas”.
Benito Pablo Juárez García (San Pablo Guelatao, Oaxaca, 21 de marzo de 1806- Ciudad de México, 18 de julio de 1872) cuenta con al menos cuatro estatuas erigidas en su honor en la ciudad de Oaxaca, urbe en la que fungió como regidor del ayuntamiento en 1831. Quien fue elegido diputado local (en 1833) y gobernador (en 1857) tiene también dos monumentos en la zona conurbada.
Uno de ellos es el erigido en julio de 1963 en la carretera federal 190, que conduce de la capital hacia San Pablo Guelatao. Escenas de la niñez del abogado y político de origen zapoteco, así como de su juventud y educación, de etapa adulta, su incursión y desarrollo en la política, están plasmados en el monumento con que se conmemora la llamada “Carretera de la Patria”.
Sin embargo, parte de la construcción en la que cooperaron gobiernos estatales y el federal, y que fue realizada “por iniciativa y aportación de la señora profesora Eva Sámano de López Mateos” muestra algunas fracturas de piso y desprendimiento de acabados. Asimismo, daños en las columnas.
La estatua ubicada en el Cerro del Fortín también presenta daños en su base de cantera, piso y muros. La instalación eléctrica también está dañada, además de que hay basura abandonada junto a la estatua en la que Juárez parece observar la ciudad y señalar hacia al norte. El paso del tiempo y el clima también han dejado su huella en la estatua donde el ex presidente mexicano sostiene un libro.
Sobre la posición de la mano, el cronista Jorge Bueno Sánchez ha señalado que es en alusión al tiempo en que Juárez externó que el enemigo del país es Estados Unidos, ubicado “al norte del río Bravo”.
En el caso del monumento ubicado en la agencia Trinidad de Viguera, parte de su frase carece de varias letras. La basura, sequía de plantas y árboles de la jardinera, así como fracturas en el piso y escalones se perciben en esta figura donde Juárez sostiene una bandera mientras señala a una corona incompleta desde el origen, que permanece a sus pies.
Como esta corona, otra similar está junto a la estatua que se localiza en el Paseo Juárez El Llano, en el centro de la ciudad. A decir del cronista de la capital, Jorge Bueno Sánchez, esta representa “la corona del imperio a los pies de la República”. En este sitio, la estatua de Juárez también cuenta con una bandera. Pero como en los demás casos, cuenta con daños en su estructura, base y alrededores.
“La emisión de las ideas por la prensa debe ser tan libre, como es libre en el hombre la facultad de pensar”
-Benito Juárez García