A la par de que se abrió un expediente en la Fiscalía General del Estado de Oaxaca y otro en la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDSPO), la madre y el padre del niño de siete años y la niña de ocho años que entre el 28 de diciembre y el 7 de enero fallecieron tras contraer rabia por la mordedura de un murciélago, recurrieron a la Comisión Estatal de Arbitraje Médico para que se determine si en la atención inicial hubo alguna negligencia médica.
En presencia de ambos familiares, el representante legal de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Manuel Bravo Vicente, aseguró que se busca demostrar la responsabilidad que tienen los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) en la muerte de ambos menores, pero no ahondó en detalles.
“Lo que se solicitó en Arbitraje Médico es que se determine la probable responsabilidad por parte de los Servicios de Salud de Oaxaca” y que “desencadenó la muerte de los menores”, ya que antes de ingresar al Hospital General Doctor Aurelio Valdivieso, de esta ciudad, intentaron recibir atención en la clínica de su comunidad y el Hospital de la Paz que carecía de personal.
Hermanos fallecidos
Ambos hermanos fallecidos, junto con otra niña de dos años que fue dada de alta el pasado 30 de diciembre, fueron mordidos el pasado 1 de diciembre de 2022 en su vivienda en la comunidad de Palo de Lima, en Santo Domingo Texmelucan, municipio que se ubica en la Sierra Sur de Oaxaca, pero ingresaron hasta el 21 de diciembre al Hospital General Doctor Aurelio Valdivieso, cuando dos de ellos ya presentaban encefalitis (inflamación del encéfalo que es el órgano que se encuentra dentro de la cabeza y controla todas las funciones de un ser humano).
En el caso de Fabiola, la niña de dos años que no presentaba síntomas, el personal médico alcanzó a aplicarle las cuatro de cinco dosis de la vacuna antirrábica que en ningún otro lugar le proporcionaron a ella o a su hermano Lorenzo y a su hermana Aracely.
El pasado 2 de enero, el propio director general de Epidemiología de la Secretaría de Salud Federal, Gabriel García Rodríguez, confirmó que las pruebas procesadas por el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (INDRE) permitieron diagnosticar que Lorenzo, de siete años, murió por el virus de la rabia que le contagió un murciélago hematófago que regularmente se alimenta de sangre de ganado.
Aunque estuvieron presentes en la conferencia de prensa que ofreció la Sección 22 porque, al tratarse de dos de sus estudiantes, les han brindado asesoría legal, ni la madre ni el padre aceptaron dar declaraciones a la prensa.