Un sismo de magnitud 7,8 fue seguido horas después por otro de gran intensidad. Al parecer, el número de muertos seguirá aumentando.
Más de 1.600 personas han muerto en Turquía y Siria, donde el lunes dos potentes terremotos y decenas de réplicas derrumbaron miles de edificios y plantearon el espectro de un nuevo desastre humanitario en una región ya asolada por la guerra, una crisis de refugiados y profundos problemas económicos.
El primer sismo, de magnitud 7,8, se produjo a las 4.17 hora local, según el Servicio Geológico de Estados Unidos, y se sintió también en Chipre, Egipto, Israel y Líbano. Un segundo sismo de magnitud 7,5 sacudió el sureste de Turquía unas nueve horas más tarde, el lunes por la tarde, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.
Los equipos de rescate de la provincia turca de Hatay escucharon las voces de dos personas entre los escombros del ala de un hospital destruida por el terremoto. Buscaban a una mujer llamada Cennet y a su madre, según un familiar que esperaba sollozando frente al edificio derrumbado.