Alemania da el primer paso para prohibir el lenguaje inclusivo: «El género forzado no refleja cómo se habla en nuestro país»

by | Ago 13, 2025 | Internacional

La cultura oficial alemana dejará a partir de ahora de utilizar asteriscos, plurales desglosados y todo tipo de símbolos como «@» para fijar la neutralidad de género en los documentos internos, comunicaciones y discursos hablados. Así lo ha decretado el ministro de Estado de Cultura, Wolfram Weimer, que ha prohibido el lenguaje neutral en todos los departamentos bajo su jurisdicción, que reúnen a unos 470 empleados. También ha pedido que hagan lo mismo a los 15 ministerios federales, fundaciones, medios de comunicación públicos, al sistema educativo y a las instituciones culturales como museos o centros de interpretación histórica, que cuentan con capacidad de decisión al respecto y de momento no parecen muy dispuestos a seguir mayoritariamente la consigna. Pero él está convencido de que es cuestión de tiempo.

Wolfram Weimer ya no tiene empleados y empleadas, sino empleados a secas, a los que insta a remitirse al alemán normativo por escrito y verbalmente, interna y externamente. «Las reglas del idioma alemán se aplican a partir de ahora al Comisionado de Cultura y Medios de Comunicación en la Cancillería», ha anunciado personalmente, y ha subrayado que en la Cancillería alemana, sobre la que sí tiene jurisdicción, ya no hay género neutro en cartas, correos electrónicos y notas. «Saludamos a los destinatarios con el saludo ‘Estimados damas y caballeros’», ha puesto como ejemplo, amparándose en las pautas del Consejo de Ortografía Alemana.

En privado, todos son libres de expresarse como quieran, continúa Weimer, para quien «el género forzado de ninguna manera refleja cómo habla la gran mayoría en nuestro país». «Más bien, el lenguaje de género neutro profundiza la división de nuestra sociedad, cuando el lenguaje debe conectar, no separar… es un medio importante de comprensión social, no un campo de juego para los ideólogos. Es por eso que rechazo cualquier educación lingüística condescendiente».

Preservar la «cultura lingüística»

Para Wolfram Weimer tiene todo el sentido. Su padre, Alois Weimer, era profesor de alemán y le inculcó el amor por la lengua de Goethe. En 1983 se graduó con el mejor promedio posible en Hesse y después estudió Historia, Lengua y Literatura alemanas, además de Ciencias Políticas y Economía, con tan alto rendimiento que, en 1986, recibió una beca de la Universidad Americana en Washington, D.C. que dio como resultado una disertación Magna cum laude. No pertenece a ningún partido político, pero ha destacado en proyectos editoriales, como la fundación de Cicero, a imagen y semejanza de ‘The New Yorker’. Desde 2015 era el editor de la revista The European, otro producto editorial en el que se prima la excelencia de la lengua, cuando el canciller Friedrich Merz lo reclutó como elemento independiente para la administración alemana de la Cultura.

Una de sus primeras decisiones, tras tomar posesión de su cargo, ha sido este llamamiento a «todas las instituciones financiadas con fondos públicos». Le preocupa la preservación de «nuestra cultura lingüística en esta tierra de poetas y pensadores». En su opinión, las intervenciones deliberadas a través del género, por lo tanto, son «no solo innecesarias, sino que dañan la belleza de nuestro lenguaje».

«No se prevén ortografías alternativas»

En lo que respecta a los ministerios del gobierno alemán, lo cierto es que ya se venían adscribiendo a las recomendaciones formuladas por el Consejo de Ortografía Alemana, que quedaron definidas en 2006 en una circular del Ministerio del Interior y el Ministerio de Justicia, como punto de referencia para la correspondencia. «No se prevén ortografías alternativas como asteriscos de género o ‘@’», ha aclarado un portavoz de la ministra de Economía, Katherina Reiche.

Los Ministerios de Interior, Investigación y Asuntos Digitales y Justicia se han adscrito también a esta política y no consideran que sea necesario implementar ahora cambios adicionales. Una decisión de 2019 y otra de 2023 del Consejo de Ortografía Alemana se confirmaron nuevamente en este principio, alegando el impacto negativo en la comprensibilidad y legibilidad de la lengua. «Las normativas de lenguaje neutro de género se consideran actualmente contrarias a la ortografía y no se puede suponer que sean generalmente comprensibles en el sentido de comunicación sin barreras», ha confirmado un portavoz del ministro de Agricultura, Alois Rainer. En el Ministerio de Asuntos Exteriores, dirigido por Johann Wadephul, también se señala explícitamente que «estos aspectos, así como un lenguaje orientado al destinatario, también son una preocupación del ministro».

«Retroceso simbólico»

Fuera del gobierno, sin embargo, Weimer encuentra resistencia. Partidos progresistas y activistas LGTBIQ+ han calificado la medida como un «retroceso simbólico» que «invisibiliza a personas no binarias y trans». El diputado verde Erik Lehmann ha tildado a Weimer de «misionero cultural» y la Deutsche Journalisten-Verband (Asociación de Periodistas Alemanes) denuncia una «grave extralimitación de competencias». La plataforma Campact ha recabado más de 75.000 firmas exigiendo la revocación y defendiendo que «la diversidad debe ser visible y respetada».

Fuente: ABC España