Washington, el gran beneficiado del fuego amigo en Morena

by | Oct 1, 2025 | Portada

Fernando Schütte Elguero 

En el ajedrez político mexicano se están moviendo fichas de manera silenciosa, pero con efectos que trascienden las fronteras. La filtración de un voluminoso expediente sobre el llamado huachicol fiscal y el accidentado traslado del operador tabasqueño Hernán Bermúdez Requena desde Paraguay no son hechos aislados. Ambos sucesos ocurridos en septiembre dejan ver una lógica de “fuego amigo” dentro del oficialismo, y el mayor ganador no parece ser un bloque interno de Morena, sino Estados Unidos.

El expediente de la Fiscalía General de la República (filtrado íntegro a periodistas y con menciones a la Marina, las Aduanas y empresarios ligados al entorno presidencial) exhibe la magnitud de la corrupción en torno al combustible y pone bajo los reflectores a familiares directos de Andrés Manuel López Obrador. La publicación del documento de más de 500 páginas no fortalece necesariamente la justicia mexicana; más bien, funciona como un misil político que desgasta la herencia lopezobradorista y abre espacio a un nuevo reparto de poder.

Paralelamente, la captura de Bermúdez Requena (señalado como pieza clave del “Cártel de Tabasco” y cercano a Adán Augusto López) mostró irregularidades difíciles de explicar. El avión que lo trasladó hizo escalas en Bogotá y Tapachula (en vez de seguir la ruta directa). Cada escala, en territorios políticos amistosos, sugiere no un operativo judicial pulcro, sino un traslado negociado para administrar a un testigo incómodo.

Ambos episodios apuntan en la misma dirección: el debilitamiento del grupo tabasqueño ligado a López Obrador y a su exsecretario de Gobernación, mientras Claudia Sheinbaum aparece como beneficiaria indirecta. Su silencio (tanto frente a la filtración como respecto al traslado) no debe interpretarse como indiferencia, sino como parte de una estrategia calculada. Con un doble discurso, Sheinbaum preserva la lealtad interna hacia la familia López Obrador, pero en paralelo abre canales de confianza con Washington.

Y es aquí donde emerge el gran beneficiado. Para Estados Unidos, México es pieza central en tres temas: el control del fentanilo, la gestión de los flujos migratorios y la certidumbre económica para las cadenas de suministro (bajo el paraguas del nearshoring). Una Sheinbaum más autónoma de López Obrador, dispuesta a negociar con operadores republicanos como Marco Rubio y con funcionarios del Tesoro como John K. Hurley, encaja mucho mejor en esa agenda. La Casa Blanca y el Congreso estadounidense no buscan un colapso político en México, sino un reacomodo estable que garantice resultados en seguridad y economía.

¿Estamos ante el rompimiento definitivo de Claudia Sheinbaum con López Obrador? Más que una ruptura abierta, se perfila un distanciamiento gradual. Cada golpe contra el círculo tabasqueño deja al expresidente y a sus hijos más debilitados, y cada silencio calculado de Sheinbaum la acerca un poco más a la órbita de Washington. Lo que se está cocinando no es un cambio radical, sino una transición pactada en la que Estados Unidos se coloca como árbitro y garante.

En este tablero, el fuego amigo no solo erosiona a un bloque político interno. Funciona, sobre todo, como la llave que abre la puerta a una nueva etapa: un México gobernado con el visto bueno de Washington (donde la lealtad al líder fundador cede paso a la lógica de la geopolítica).

@FSchutte

Condultor en seguridad y analista politico