La lucha comenzó porque un grupo de mujeres peleaban por el reconocimiento de sus derechos político-electorales. Durante muchos años la desigualdad y discriminación en San Mateo del Mar se venía convirtiendo el actuar escudado en “usos y costumbres”. Mujeres valientes, acompañadas por sus familiares, amigos y compañeros de lucha tenían tomada la Agencia Municipal de Huazantlán del Río.
En la población se respiraba un clima de tensión debido a que el grupo de caciques que negaba la participación política a las mujeres convocó a congregarse en los alrededores. Camionetas de personas llegaron, venidas de diferentes puntos del municipio, para confrontar al grupo de 31 mujeres y hombres que se encontraban en el edificio. Traían sed de violencia, el grupo con un alto corte paramilitar tenía la férrea intención de bañar en sangre a un pueblo que ha sido marginado y condenado a la miseria.
13 hombres y dos mujeres fueron masacrados con tal saña que no parecían humanos. Se desprendieron de toda compasión, sentimiento y dejaron viudas, huérfanos y familias Ikoots enlutadas. La violencia exacerbada impactó y cimbró los corazones de los oaxaqueños. ¿Cómo era posible que sin aspavientos se hubiera asesinado, mutilado y quemados a 15 seres humanos?
El grupo paramilitar que realizó estas crueles acciones creyó que con esto acaba la resistencia y oposición en San Mateo del Mar. Craso error, lo que lograron fue que esa indignación que vio el pueblo de Oaxaca contra indígenas Ikoots, daría paso a una solidaridad fraterna con las víctimas y sus familias. Allí conocimos la solidaridad que las organizaciones del movimiento social otorgaron para empujar una lucha por justicia que parecía afán vano. En ese contexto nos asesinaron al camarada Tomás Martínez, situación que dio a mayor rabia e indignación; rabia e indignación que se convirtieron en organización y movilización.
Es así como nació la Red Estatal de Víctimas de Oaxaca “Tomás Martínez”. Comprendimos que la única manera de lograr justicia sería con la lucha callejera, con pelea unitaria para que las instituciones del régimen encargadas de impartición de justicia hicieran su trabajo. 2 detenidos y una recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) son triunfos que se obtuvieron por la unidad, organización y movilización.
La Fiscalía General de Justicia del Estado de Oaxaca nos revictimiza, detiene la ejecución de más de 161 órdenes de aprehensión contra los responsables de la masacre, amenaza a los integrantes de nuestro Comité; en fin, hace todo por qué la impunidad y el desplazamiento forzado de las familias de las víctimas se mantenga.
Estos dos años son de experiencia en la lucha popular, agradecemos los aprendizajes que nos deja el movimiento social y las solidaridad que nos impulsa a mantener está lucha por justicia que, sin duda, es desgastante pero que, a la vez, es reconfortante porque sabemos que tarde o temprano alcanzaremos nuestro anhelado objetivo.
A dos años de lucha ratificamos que no permitiremos que las víctimas y sus familias, que el pueblo Ikoot mantenga esa mancha de impunidad, que lucharemos los días, meses y años que sea necesario hasta ver a todos los responsables tras las rejas. Que nuestra experiencia deje claro que hay un viejo régimen que pretende mantenerse con sus caciques y grupos paramilitares, pero la dignidad y rebeldía de los pueblos logrará derrotarlos.
¡Justicia para las víctimas Ikoots del 21 de junio de 2020!
¡Huazantlán vive, la lucha sigue!
Comité de Víctimas y Familiares Ikoots de la Masacre de San Mateo del Mar