María Elena Ortiz, mujer que fue atacada con ácido en septiembre 2019 por un grupo pagado por el empresario gasolinero y exdiputado local del PRI, Juan Antonio Vera Carrizal, —quien fue pareja sentimental de la joven y detenido en abril de 2020—, lleva tres años cuatro meses luchando para que su caso no quede impune.
La tarde de este 21 de enero, el juez Teódulo Pacheco Pacheco liberó a su agresor, luego de compartir desde el lunes varias publicaciones en las que asegura que existe un “acuerdo pactado” en la “audiencia maquillada” donde se determinaría si Vera Carrizal podrá seguir su proceso en libertad o se le ordenaba prisión preventiva.
La decisión del juez Pacheco Pacheco fue dictarle prisión domiciliaria al exfuncionario priísta, señalado por su presunta responsabilidad en el ataque con ácido a la saxofonista, por lo que María Elena teme por su vida.
“Con una audiencia maquillada y un acuerdo pactado hoy, mi agresor a quedado libre”, compartió en redes sociales, seguido de una advertencia “Si lo liberan y se da a la fuga y me mata, quemen todo”.
“Con una audiencia maquillada y un acuerdo pactado hoy, mi agresor a quedado libre”
La saxofonista resaltó durante la audiencia que la defensa de su agresor la ha revictimizado, luego de constantes recesos solicitados por la defensa del agresor y las “agresiones directas y evidentes” de los abogados del exfuncionario “provocaron que el psicólogo que me estaba dando acompañamiento, dijera que no estaba en las condiciones, pues la revictimización y la violencia institucional que estaban haciendo hacia mí y hacia mis abogadas era excesiva y evidente”.
El 17 de enero responsabilizó al juez “Teódulo Pacheco Pacheco piensa que vivir en estas circunstancias es nada y yo sobreviví de puro milagro” y añadió que “si le pasa algo a mi defensa o a mí, lo responsabilizó totalmente a él como a la familia de Juan Antonio Vera Carrizal”, expuso.
¿Qué ha pasado con el caso de María Elena?
La vida de Malena —como es conocida por las personas cercanas— cambió por completo cuando luego de terminar su relación íntima con el exfuncionario un hombre entró al local en donde ella tenía su agencia de viajes, ubicado en el municipio de Huajuapan de León, al norponiente de Oaxaca, y le arrojó una cubeta con ácido sulfúrico en el rostro, marcando de por vida su rostro y cuerpo, considerado el primero de este tipo documentado en Oaxaca y el cuarto a nivel nacional en 2019.
La saxofonista de entonces 26 años de edad y originaria de Santo Domingo Tonalá, estuvo al borde de la muerte por la gravedad de sus heridas, luego de ser ingresada al Hospital Civil “Aurelio Valdivieso” por presentar quemaduras en el 90% de su cuerpo. Tres meses después del ataque, familiares de María Elena exigieron el apoyo del Gobierno estatal para que fuera atendida por un especialista en quemaduras.
Al hacerse viral el caso, la Secretaría de Salud estatal, el Gobierno y la Secretaría de las Mujeres de Oaxaca se pronunciaron sobre el caso y mostraron apoyo a la saxofonista, brindando atención en un hospital especializado en la Ciudad de México —incluyendo los gastos en oftalmología, cirugías plásticas y rehabilitación—, el traslado aéreo y viáticos para su familia durante el tiempo que permaneciera interna y condenaron la agresión a la saxofonista.
Previo al ataque, Malena ocupaba su tiempo para vivir de la música, egresada del Conservatorio de Puebla, participó en varios eventos mostrando su talento con el saxofón, como en el Primer Encuentro de Directores de Bandas de Oaxaca 2019, que fue el último al que asistió antes del intento de feminicidio.
Desde la primera declaración a la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), María Elena señaló a su agresor, quien inició una ‘guerra sucia’ en redes sociales para desprestigiarla.