Arranca jui­cio y El Grande liga auge de cár­tel a Gar­cía Luna

by | Ene 24, 2023 | Portada

TESTIFICA Sergio Villarreal, operador de Arturo Beltrán Leyva; afirma que éste entregaba millones de pesos al exsecretario de Seguridad
ANTE el juez, asegura que su organización pasó de controlar 4 territorios a una veintena; esto, gracias al apoyo de corporaciones en ese tiempo
DEFENSOR del extitular de la AFI señala que la fiscalía buscará presentar muchos testimonios contra su cliente, pero “sin evidencia”En el ini­cio for­mal del jui­cio al que el gobierno de Esta­dos Uni­dos somete a Genaro Gar­cía Luna, Ser­gio Villa­rreal Barra­gán, El Grande, un exa­gente de poli­cía que se con­vir­tió en nar­co­tra­fi­cante, afirmó que el exse­cre­ta­rio mexi­cano de Segu­ri­dad Pública reci­bió dinero del Cár­tel de Sina­loa a cam­bio de infor­ma­ción pri­vi­le­giada y que, gra­cias a su ayuda, ese grupo delic­tivo se expan­dió.
“Nos daba infor­ma­ción sobre ope­ra­cio­nes con­tra el cár­tel (…) Nos ayu­daba a poner y qui­tar agen­tes en cual­quier parte de México y com­par­tía infor­ma­ción para que pudié­ra­mos gol­pear a nues­tros riva­les”, declaró.
El Grande es el pri­mer tes­tigo que llamó la Fis­ca­lía esta­dou­ni­dense en con­tra del exfun­cio­na­rio cal­de­ro­nista acu­sado de acep­tar sobor­nos para ayu­dar a los nar­co­tra­fi­can­tes, a los que debió com­ba­tir.
Ante los 12 miem­bros del jurado y del juez Brian Cogan, el nar­co­tra­fi­cante tes­tigo sos­tuvo que, gra­cias a la ayuda de Gar­cía Luna, “el cár­tel cre­ció en tér­mi­nos de terri­to­rio”, pues pasó de domi­nar Sonora, Chihuahua, Sina­loa y Durango, a tener pre­sen­cia en 20 esta­dos.
Y gra­cias a la ayuda de Gar­cía Luna, el grupo diri­gido por el nar­co­tra­fi­cante Joa­quín El Chapo Guz­mán pudo aumen­tar la impor­ta­ción de cocaína a México y des­ha­cerse de gru­pos riva­les, de acuerdo con la decla­ra­ción de Villa­rreal.
En un extenso tes­ti­mo­nio, que incluso este mar­tes con­ti­nuará, des­cri­bió su his­to­ria per­so­nal, su ingreso a la Poli­cía Judi­cial Esta­tal de Tamau­li­pas y el pri­mer tra­bajo que tuvo a las órde­nes de Amado Carri­llo Fuen­tes, El Señor de los Cie­los, y el Cár­tel de Juá­rez, “el más pode­roso enton­ces”, dijo.
El Grande argu­mentó ante la corte los con­flic­tos con el Cár­tel del Golfo, que diri­gía Osiel Cár­de­nas, y recordó que “que­ma­ron mis nego­cios y mata­ron a mi cuñado”, en ese enton­ces, lo que hizo que se acer­cara a Arturo Bel­trán Leyva, “en ese momento socio de El Chapo Guz­mán y El Mayo Zam­bada”.
Deta­lló que él armó rutas de tra­siego de dro­gas del cen­tro al norte del país y tuvo acer­ca­miento con fun­cio­na­rios “para entre­gar sobor­nos”.
Gar­cía Luna “nos entre­gaba uni­for­mes, camio­ne­tas clo­na­das y cha­ro­las, que son cre­den­cia­les de iden­ti­fi­ca­ción de la agen­cia”, dijo.
Villa­rreal Barra­gán tes­ti­ficó sobre los ope­ra­ti­vos con­jun­tos entre la poli­cía y el Cár­tel de Sina­loa en la ciu­dad de Mon­te­rrey con­tra un cár­tel rival; de cómo los agen­tes de poli­cía le per­mi­tie­ron esta­ble­cer rutas para el tra­siego de car­ga­men­tos de entre 800 y mil 200 kilo­gra­mos de cocaína varias veces por semana a tra­vés de Chia­pas, y de cómo la poli­cía infor­maba con ante­la­ción al cár­tel de futu­ros ope­ra­ti­vos para que los tra­fi­can­tes pudie­ran des­ha­cerse de todo.
Tam­bién narró que des­pués de que se incau­ta­ron dro­gas del Cár­tel de Sina­loa en Sonora, logró recu­pe­rar el car­ga­mento tras recor­darle al coman­dante de la poli­cía regio­nal que el cár­tel había hecho que se le nom­brara en el cargo.
Durante todos estos supues­tos epi­so­dios, ocu­rri­dos a prin­ci­pios de la década de 2000, Gar­cía Luna estaba al frente de la Poli­cía Fede­ral, y reci­bió pagos del Cár­tel de Sina­loa, según El Grande.
Contó que Gar­cía Luna reco­gía bol­sos reple­tos de efec­tivo en una casa de segu­ri­dad al sur de la Ciu­dad de México y que se llevó 14 millo­nes de dóla­res en cajas de car­tón de una bodega repleta de cocaína que la poli­cía había incau­tado al Cár­tel del Golfo y entre­gado al grupo de Sina­loa.
Asi­mismo, refi­rió que el incul­pado ya diri­gía a la Agen­cia Fede­ral de Inves­ti­ga­cio­nes (AFI) cuando, en una oca­sión, el exfun­cio­na­rio reci­bió pagos pun­tua­les de entre uno y 1.5 millo­nes de dóla­res. Comentó que la cifra cam­biaba con­forme aumen­taba la pre­sen­cia y nego­cios del Cár­tel de Sina­loa.
Ase­guró tam­bién que cuando él se invo­lu­cró con los Bel­trán Leyva, Gar­cía Luna ya estaba en la nómina y que allí siguió, al menos hasta la muerte de Arturo Bel­trán, en el 2009.
Recordó una lla­mada que pre­sun­ta­mente hizo el enton­ces jefe de la AFI —quien era cono­cido entre los nar­co­tra­fi­can­tes como El Compa o El Tar­ta­mudo—a Arturo Bel­trán para agra­de­cerle por una moto Har­ley David­son, edi­ción espe­cial, que le habría rega­lado.
El Grande sacó a relu­cir nom­bres de nar­cos y supues­tos poli­cías corrup­tos que se movían en la órbita de Gar­cía Luna o tuvie­ron con­tacto con él, entre ellos, cola­bo­ra­do­res del exfun­cio­na­rio, como Luis Cár­de­nas Palo­mino, Ramón Pequeño, Iván Reyes-Arzate, Víc­tor Garay Cadena, Édgar Vallardo, Edgar Millán y Armando Espi­noza de Benito.
Entre los nar­co­tra­fi­can­tes figu­ra­ban los her­ma­nos Bel­trán Leyva, Ismael El Mayo Zam­bada, Jesús El Rey Zam­bada, Igna­cio Coro­nel y Édgar Val­dez Villa­rreal,
La Bar­bie, quien se cree tam­bién podría estar entre los tes­ti­gos de la Fis­ca­lía.
Men­cionó que el “coman­dante Domingo” y Cár­de­nas Palo­mino supues­ta­mente estu­vie­ron pre­sen­tes cuando el exse­cre­ta­rio de Segu­ri­dad reci­bía los sobor­nos.
Gar­cía Luna diri­gió la AFI entre 2001 y 2005, y luego fue secre­ta­rio de Segu­ri­dad Pública en el Gobierno de Felipe Cal­de­rón, del 2006 al 2012.
Antes del tes­ti­mo­nio de El Grande, Genaro Gar­cía Luna escu­chó los ale­ga­tos de la Fis­ca­lía, que lo acusó de haber “trai­cio­nado” a México y a Esta­dos Uni­dos por tra­fi­car cocaína, mien­tras su defensa ase­guró que en el caso no hay evi­den­cias que prue­ben las impu­ta­cio­nes con­tra su cliente, acu­sado de acep­tar millo­nes de dóla­res para per­mi­tir que el Cár­tel de Sina­loa ope­rara con impu­ni­dad mien­tras enviaba tone­la­das de cocaína a EU.
Tras un largo dis­curso del juez al jurado sobre lo que debe hacer y cómo debe com­por­tarse a lo largo de las ocho sema­nas que se prevé que dure el jui­cio, la Fis­ca­lía pre­sentó sus ale­ga­tos con­tra el artí­fice de la gue­rra que el expre­si­dente Felipe Cal­de­rón lanzó con­tra el cri­men orga­ni­zado.
“El acu­sado aceptó millo­nes de dóla­res en sobor­nos una y otra vez” del Cár­tel de Sina­loa, de Joa­quín El Chapo Guz­mán, uno de los mayo­res nar­co­tra­fi­can­tes del mundo, juz­gado y con­de­nado a cadena per­pe­tua por el mismo juez que ins­truye el caso de Gar­cía Luna. “Trai­cionó a su país y al nues­tro”, dijo el fis­cal Phi­lip Pil­mar.
En con­tra­parte, la defensa de Gar­cía Luna alegó que no hay “dinero, ni fotos, ni videos, ni gra­ba­cio­nes, ni tex­tos, ni prue­bas” de las acu­sa­cio­nes.
“Can­ti­dad no es cali­dad”, dijo al jurado el abo­gado defen­sor César de Cas­tro, y cuando “no tie­nes cali­dad, abru­mas con can­ti­dad”, remató.
“Los tes­ti­gos del gobierno son víc­ti­mas de la gue­rra al nar­co­trá­fico” de Cal­de­rón. Y pre­ten­den “matar dos pája­ros de un tiro: redu­cir su con­dena y ven­garse de la per­sona que más odian los nar­co­tra­fi­can­tes (…) Qué mejor ven­ganza que sepul­tar al hom­bre que lideró la gue­rra con­tra los cár­te­les”, dijo De Cas­tro.