A LA OPINIÓN PÚBLICA:
En el marco del Día de la Mujer Oaxaqueña, quiero hacer un llamado a la concientización de lo que representa esta fecha, pues a pesar de las enormes virtudes con las que contamos las mujeres oaxaqueñas, hoy primero de agosto, no podemos celebrar nada, ya que la realidad que enfrentamos en el estado no puede ser digna, mas que de un llamado a la acción en contra de la violencia de género.
Ante la creciente ola de inseguridad y amenazas contra nuestra vida, viviendo en uno de los tres estados con mayor número de feminicidios -según datos oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) y la misma Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO)- y teniendo a cinco de los 100 municipios con mayor índice del mismo delito a nivel nacional, incluyendo mi casa, Santa Cruz Xoxocotlán; en donde he acompañado a mujeres víctimas de violencia, y hemos solicitado en numerosas ocasiones la atención de sus demandas en las instituciones encargadas de procurar justicia.
A pesar del alarmante panorama, y las denuncias reiteradas y enérgicas que he realizado fuera y dentro del Congreso Local, la respuesta ha sido simplemente la indiferencia y la inoperancia de las instituciones correspondientes.
Como mujer, es mi deber exponer las deficiencias institucionales, mostrar el calvario al que se enfrentan cientos de ellas y exigir que las respectivas instancias cumplan con sus responsabilidades, pero, sobre todo, le den la cara a las mujeres oaxaqueñas que sufren en silencio, escondidas como si fueran las victimarias, con vergüenza y sin un sentido mínimo de justicia, siendo ignoradas, y muchas de ellas, revictimizadas.
Es por ello que hoy, en el Día de la Mujer Oaxaqueña, quiero decir:
¡MERECEMOS QUE LOS MUROS SEAN DERRIBADOS, MERECEMOS VIVIR LIBRES Y SIN MIEDO, MERECEMOS QUE LA JUSTICIA SEA UN DERECHO Y NO UN PRIVILEGIO!
Diputada Xóchitl Jazmín Velázquez Vásquez