Más de ocho mil personas se reunieron en una noche mágica, llena de música, tradición y alegría. Con gran emoción, el público no dejó de bailar al ritmo de Los Yaguarú, quienes con su inconfundible cumbia hicieron latir más fuerte el corazón de Xoxocotlán.
Desde los más pequeños hasta los más grandes, todos disfrutaron y corearon cada éxito, creando un ambiente de fiesta inolvidable. El sonido de la música, el aroma de los tamales y la energía de la gente convirtieron esta noche en un momento único, reafirmando que nuestras tradiciones siguen más vivas que nunca.