En el marco de la elección para renovar la Dirección, testimonios estudiantiles exponen un sistema de compra de votos y tráfico de influencias en la Facultad de Medicina de la UABJO
JORGE MONREAL ESPINOSA
De acuerdo con alumnos de la Facultad de Medicina y Cirugía de la UABJO, el proceso electoral para elegir director se ha convertido en un mercado de favores donde los votos se negocian con plazas de internado y calificaciones infladas.
Mensajes y denuncias recopilados por esta redacción revelan un patrón sistemático: “Beatriz García Estrada ya compró a los de último año prometiéndoles beneficios a cambio de apoyo”, aseguran estudiantes que pidieron reserva de identidad por temor a represalias.
La trama, según los testimonios:
– Gisela Rosas, secretaria de 5° año, manipula calificaciones y presiona a alumnos para asegurar votos hacia Estrada.
“Recibe listas de quienes la apoyan y les sube notas, especialmente a los que buscan plazas cercanas”, explican alumnos de ciclos clínicos.
– Los “recomendados” son el combustible del sistema. Aunque la convocatoria oficial ofrece 230 lugares anuales, se crean más de 300 cupos extras para allegados, según documentos revisados por esta redacción. Quienes no están en esa lista viven amenazados: Te exigen lealtad política para no ser expulsado, denuncia un estudiante de primer año.
El ascenso de Estrada se sustenta en irregularidades, de acuerdo con expedientes académicos consultados por alumnos:
– Martha Silvia Martínez Luna, directora saliente, le otorgó una constancia falsa que la acredita como docente con tres años de servicio, pese a que solo empezó a dar clases este ciclo.
– Tras la muerte de Arturo Vásquez Lagunas (su pareja y excoordinador académico), colocó a sus hijastros Héctor y Paola Vásquez en puestos clave.
Paola, ahora consejera electoral, presiona para que su madrastra asuma la dirección”, según mensajes de alumnos de 6° año.
El negocio de las materias aprobadas también está documentado en testimonios:
– El Dr. Garnica habría recibido hasta $300,000 por pasar alumnos irregulares de Otorrino, dinero que –según versiones estudiantiles– se repartió con Estrada, Gisela Rosas y un tercero identificado como Mariano.
“Es un secreto a voces: pagas o repruebas”, sentencia un interno de 4° año.
**¿Por qué es una burla, según la comunidad?**
– Estrada concluyó su licenciatura con promedio inferior a 8, no tiene especialidad médica ni producción científica.
– Su método es la intimidación. “Grita, amenaza y usa su cercanía con la directora saliente para silenciar críticas”, describe un docente que pidió anonimato.
La UABJO no ha emitido postura frente a la crítica y las acusaciones. Mientras, los estudiantes se enfrentan a una disyuntiva: permitir que la facultad se convierta en botín político o movilizarse para recuperar su instituto.
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Nota metodológica:
Esta redacción recopiló testimonios directos de estudiantes y revisó documentos académicos proporcionados por la comunidad de la FMYC-UABJO. Las acusaciones contra funcionarios se basan en dichas fuentes y en el cruce de versiones.