Colipa, Veracruz. – La madrugada del viernes, un operativo liderado por el Ejército Mexicano y la Marina Armada de México en el rancho ‘Los Quintero’, ubicado en el municipio de Colipa, Veracruz, desató una ola de indignación pública y cuestionamientos sobre posibles vínculos entre autoridades locales y el crimen organizado. Durante el cateo, realizado en busca del empresario desaparecido Neptali González López, las fuerzas federales retuvieron a la alcaldesa Gabriela Alejandra Ortega Molina, quien se encontraba en el lugar.
El secretario de Gobierno de Veracruz, Ricardo Ahued Bardahuil, confirmó que Ortega Molina fue liberada tras más de ocho horas de declaración, aunque no enfrenta cargos hasta el momento. Sin embargo, su presencia en el rancho ha generado sospechas, especialmente ante informes previos que señalan una relación cercana con José Gil Quintero, propietario del predio y sobrino del narcotraficante extraditado Rafael Caro Quintero. En diciembre de 2024, imágenes difundidas en redes sociales mostraron a la alcaldesa junto a Quintero en Cancún, lo que alimentó rumores sobre sus vínculos personales y políticos.
El operativo también evidenció la posible conexión del rancho con actividades ilegales. Según testigos, varios individuos huyeron al notar la llegada de los militares, lo que sugiere que el lugar podría estar involucrado en operaciones relacionadas con el crimen organizado. Además, González López, empresario de Vega de Alatorre desaparecido desde julio de 2025, habría tenido vínculos con Ortega Molina según informes no oficiales.
Especialistas han criticado duramente la falta de transparencia en el manejo del caso. María Elena Morera, presidenta de Causa en Común, señaló que ‘el silencio de la FGR y la Sedena agrava la sensación de impunidad y debilidad institucional en Veracruz’. Por su parte, el analista político Jorge Fernández Menéndez advirtió que ‘la detención de una funcionaria electa en un rancho relacionado con el narcotráfico amerita una investigación completa, no palabras huecas’.