“¡Demuestren que esas boletas están limpias!”
Washington, D.C. – En un estruendoso discurso en el Senado que detuvo los procedimientos, el senador John Kennedy (R-LA) acaba de detonar una bomba nuclear en la carrera por la alcaldía de la ciudad de Nueva York, exigiendo una investigación inmediata del Departamento de Justicia a gran escala sobre la “victoria” de 2.184 votos de Zohran Mamdani sobre Andrew Cuomo.
“Señor presidente, esto no es un chirrido ordinario, es una imposibilidad estadística que huele a cangrejo de tres días”. Kennedy rugió, agitando declaraciones juradas certificadas de 47 observadores electorales que alegaban volcados de boletas de medianoche, aumentos de votos no ciudadanos en Queens y máquinas de votación que volteaban los votos de Cuomo a Mamdani en tiempo real.
El presidente de Louisiana invocó a los fantasmas de 2020: “Hemos visto esta película antes: las boletas aparecen de la nada mientras los republicanos duermen. Si estos 2.184 votos son legítimos, demuéstrelos de manera federal, transparente, ahora, ¡o devuelvan las llaves a alguien en quien Estados Unidos pueda confiar!
Las fuentes dicen que la fiscal general Pam Bondi ya está movilizando equipos del FBI a Brooklyn. Trump intervino en Truth Social: “Aparejado NYC al igual que en 2020, Kennedy tiene razón, ¡DRAIN IT!”
Los demócratas entran en pánico mientras Schumer esquiva a los periodistas. El campamento de Mamdani lo llama “desesperación racista”. Pero con los recuentos estancados y los registros de la cadena de custodia “desaparecidos”, Kennedy promete: “No certificaremos el fraude. Esta vez no”.
Estados Unidos contenga la respiración: ¿la investigación expondrá el robo y la vuelta del Ayuntamiento, o coronará a un socialista en el corazón de la herida de la democracia? El reloj de recuento está corriendo.