Trump, Kim Jong-un, Angela Markel y el Papa destacan entre los candidatos en las quinielas previas al Nobel de la Paz que se dará a conocer mañana en Oslo.
Las tres cumbres celebradas en los últimos meses entre los líderes de las dos Coreas, en guerra desde hace décadas, y la histórica visita del presidente surcoreano, Moon Jae-in, a Pionyang hacen que tanto él como su homólogo norcoreano, Kim Jong-un, encabecen los pronósticos de las casas de apuestas.
Con ellos aparece bien situado el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien mantuvo con Kim la primera reunión entre los máximos mandatarios de ambos países y ha apoyado el proceso, informó la agencia EFE.
Trump, cuya elección parecía improbable no hace mucho, ha sido nominado tanto por un grupo de congresistas estadounidenses como por dos diputados del ultraderechista Partido del Progreso, una de las tres fuerzas que integran el Gobierno noruego.
También la firma, el mes pasado, de un histórico acuerdo para poner fin a dos décadas de conflicto entre Eritrea y Etiopía avala las opciones de sus respectivos máximos mandatarios, el presidente Isaias Afwerki y el primer ministro Abiy Ahmed.
El activista saudí Raif Badawi, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Unión para las Libertades Civiles en América (ACLU) aparecen en los pronósticos.
La irrupción de la campaña de denuncias de abusos #MeToo podría justificar un premio a la joven yazidí Nadia Murad, quien escapó del cautiverio del Estado Islámico en Irak; la activista Tarana Burke, la primera en usar la etiqueta, o el trabajo contra la violencia sexual del médico congoleño Denis Mukwege, un “eterno” candidato, también están considerados.
La revista estadounidense Time incluyó en la lista de favoritos para el premio Nobel de la Paz en 2018, al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y al expresidente de la comunidad autónoma española de Cataluña Carles Puigdemont.
El magnate sueco Alfred Nobel, creador de los premios, dejó escrito que el de la Paz debía reconocer a quienes contribuyan “al hermanamiento de los pueblos y a la eliminación o reducción de armamento, así como formar o impulsar congresos de paz”, pero el Comité Nobel no siempre se ha ajustado del todo a esos criterios.
Así, ha reconocido en los últimos tiempos la lucha por el medioambiente -la keniana Wangari Maathai (2004) o Al Gore y Rajendra Pachauri (2007)- o contra la pobreza, con el bangladesí Mohamed Yunus y su banco de microcréditos Grameen Bank (2006).
La lista de supuestos favoritos incluye el Programa Mundial de Alimentos (PMA), el Consejo Ártico, Human Rights Defenders y el grupo antinuclear japonés Asociación Artículo 9 y el activista iraquí Yanar Mohammed.
Así como a la abogada chechena Lidia Yusúpova, la iugur Rebiya Kadeer o el obispo mexicano José Raúl Vera López -favorito años atrás-.
El Nobel de la Paz es el único de los seis premios que se otorga y se entrega fuera de Suecia, en Oslo, por deseo expreso de Alfred Nobel, ya que en su época Noruega formaba parte del reino sueco.